Mas tu, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que esta en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público
Mateo 6:6
RECONOCIMIENTO Mat. 6: 9
Cuando Jesús expresa estas palabra nos lleva a pensar y reaccionar: pensar en las palabras del salmista cuando dice que somos menos que nada, a reaccionar en caer de rodillas ante su presencia; porque el Es poderoso, sin necesidad de nada, y el ser humano es debil y necesitado de todo aunque su orgullo le dicta que no.
A la grandeza de Dios. Padre nuestro que estas en los cielos. Con esta expresión estamos reconociendo la omnipresencia, omnipotencia y omniciencia de Dios, esto es que Dios es Poderoso es maravilloso, con un extraordinario amor por el género humano que ha llegado a lo máximo al permitir que su amado Hijo Jesucristo viniera a morir por cada uno de nosotros. Hace tiempo escribi un poema que plasme en mi libro ETICA PARA TIMOTEO que dice ¡Qué extraña forma de ser tenemos! ¿No te parece? Tu tan Santo y yo tan vil... Dios tan fuerte y el ser humano tan débil; pero con mucho orgullo que le hace sentir fuerte. Cuando nos detenemos para reflexionar en esa grandeza maravillosa de Dios, que además ha compartido con nosotros, no debe quedarnos otra que caer de rodillas avergonzados por nuestras actitudes de vanidoso y ruin orgullo.
A la Santidad del Padre. Recordando en todo momento que Dios es santo, esto es: apartado, que nadie puede acercarse a su trono, así es que nuestra oración debe ser que nos santifique, para que así podamos acercarnos al trono de la gracia, porque dice la Palabra "Sean santos como vuestro Padre"; pero, ¿Como santos? Pues a la semejanza del padre: ser santos (apartados) del pecado, no de las demas personas como suelen hacer algunos que dan muestras ficticias de santidad, que no ríen, no conviven con las demás personas, tienen rostros agrios creyendo que son santos, cuando sus actos dicen todo lo contrario. Reconocer la santidad del Padre es santificarnos de todas aquellas actitudes desagradables a Dios, y que la Biblia nos marca constantemente por la predicación de sus siervos.
De nuestra necesidad personal de Dios. Todo ser humano que ha vivido, que vive y vivirá en esta tierra, ha tenido la necesidad personal de Dios, es por eso que la gente cae con facilidad en la idolatría; porque su espíritu busca a su Dios que lo dió; pero Satanás "El principe de este siglo" ha tratado de robar esa adoración, de manera vedada, por medio de idolos que son imagenes distorcionadas de él; porque el bien sabe que el ser humano jamás lo va a adorar. Entonces yendo a la idea central de lo que les comparto es que yo, tu y el que esta junto a ti, tenemos necesidad diaria y urgente de Dios, solo que la mayoría de veces no lo reconocemos yendonos por el camino que nos parezca mejor. Reconozcamos la gran necesidad que tenemos de Dios.
PROVISION
de alimento. Hace unos días leyendo una revista, me llamo mucho la atención el artículo de que estamos llegando a los 7,000 millones de habitantes en esta tierra, que los alimentos se estan escaseando, que la tierra ya no tiene la misma fertilidad de hace no veinte ni treinta, sino la misma fertilidad de hace diez años. Pronto el hambre va a causar estragos en la humanidad, entonces cuando llegas a ser, creer y testificar con hechos que eres hijo de Dios; la promesa que Dios hace a los suyos en Habacuc 3:17,18: "Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya fruto... con todo, yo me alegraré en Jehová"
De trabajo. Dios nos creo para el trabajo, así es que lo que dicen algunos intelectualoides de que Dios no hizo el trabajo, estan equivocados, Dios nos creo y nos creo para el trabajo, así es que no debe haber temor de que nos quedemos sin trabajo; porque como dice el Salmista: caeran a tu lado mil y diez mil a tu diestra mas a ti no llegará. Asi esten despidiendo a la mayoría, Dios te seguirá manteniendo el trabajo, porque sabe que de allí viene tu sustento, pero debes orar con corazón sincero y vida recta delante de El.
De salud. Dios sabe muy bien que el deseo de cada ser humano es que nuestros cuerpos esten saludables para cualquier actividad, Dios no te quiere enfermo, es por eso que Dijo: "Yo soy Jehová tu sanador" Dios es nuestro sanador, y debe constituirse en nuestra sanidad tanto física como emocional. El está al tanto de nuestra necesidad de salud cuando enfermamos.
QUE EL PERDON DE DIOS LO OBTENEMOS EN LA MEDIDA QUE PERDONAMOS.
Reconociendo que mi enojo no sirve. Que este puede ser destructivo en toda la extensión de la Palabra de:
- Mi persona: pues cuando mi enojo, no percibo todas las reacciones que se producen en mi cuerpo, mi higado se altera, mi estomago, mi corazón, mi cerebro y por ende mi razón, entonces mi enojo y sus reacciones son producto de mi testarudéz-
- de mis amistades: que sin darme cuenta se van alejando y yo las comenzaré a acusar de malvados y malos amigos, pues me han abandonado en mi aprieto de enojo, pensando que deben ser solidarios conmigo en todo mi orgulloso proceso.
- Lo mas tremendo es que el enojo, comienza a destruir a mi familia que es lo mas cercano y cariñoso con lo que cuento, a quienes debo proyectar en primer lugar mi amor y sinceridad.
Reconociendo que mi enojo es producto generalmente de mi orgullo. Déjame que te diga que si he hablado y mencionado en varias ocasiones el orgullo, no con esto te dire que ser orgulloso es pecado, el pecado esta cuando el orgullo domina tus acciones y relaciones, cuando reaccionas con enojo porque no se hace lo que dices o como crees que deben ser las cosas.
Reconociendo que es dificil perdonar. La verdad, perdonar cuesta mucho, pues hay que humillar nuestro orgullo ante otra persona, que no vale la pena (según nuestro concepto personal), es por eso que Jesús nos conmina a esto dile al Padre que te perdone así como tu perdonas a los que te ofenden o hacen escarnio de ti. Bien podríamos decirle a Jesús, pídeme otra cosa, menos que perdone a tal o cual persona.
Amigo: este a grandes razgos es el modelo perfecto y perenne de la oración, practicala y disfruta de tu estrecha relación con Dios
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