jueves, 3 de marzo de 2011

LO QUE EL TIEMPO SE LLEVO





Antes que nada, un afectuoso saludo a los que pasan sus ojos por este blog, y que me han hecho algún comentario. Les quiero decir, que con respecto al artículo anterior en lo relacionado a los hijos de Pastor que tomaron el relevo de sus padres y que se han portado mal con estos, deseo hacer una aclaración que considero pertinente, no todos los hijos de pastor se portan así; pues yo soy hijo de pastor que después de fallecido mi padre fui llamado a tomar el pastorado en su iglesia cuando yo ya ejercia el mismo en otro lugar, tengo un hijo que ha quedado al frente de esta iglesia y que se ha comportado, muy bien conmigo y con mi esposa a quien no tengo que recriminarle, de igual manera he conocido pastores cuyos padres los encaminaron y ahora ejercen con dignidad este bendito ministerio. Ahora bien, me permito el permiso de decir a los pastores padres de los pastores jovenes:


1) Se les de un voto de confianza en relación al trabajo que han de realizar.

2) Se les aclare los terminos en que quedan al frente de la iglesia, esto es si tienen el derecho de establecer cambios y de que tipo, cuando deben ser tomados en cuenta, en lo relacionado a lo económico como debe ser la ayuda, ya que el modus viviendi de algunos pastores solo era lo que la Iglesia le daba, y al dejar el pastorado se quedan en el aire.

3) Se les aclare que siguen siendo hijos de un siervo de Dios y deben hablarle con respeto, ya que aunque los años han llegado no les han entorpecido (a algunos si), sino por el contrario la visión a un lado de la carga se ha aclarado y aumentado.

4) No querer saber que es lo que como pastor viejo platica con alguno de los miembros; pues algunos se acercan en busca de un consejo, que se les da sin afectar la autoridad de la que ahora goza el hijo; porque creo firmemente que ningún pastor llamado ha de afectar los intereses de la iglesia y de su hijo al frente de esta.

5) No añorar el pastorado que se ha dejado, puesto que ha sido una sana decisión para no ser recordados como viejos necios que se han de morir al frente de una iglesia que se destroce día a día por seniles actitudes caprichosas.

6) Dedicarse a alguna otra actividad dentro del ministerio que les haga seguir llevando con alegría la vida que Dios les ha dado, pidiendo con respetuosa autoridad al hijo, les deje realizar algun trabajo de apoyo.

Todo esto por el momento, pues como decía al principio de este artículo, mi intención no es agredir ni ofender a nadie, pues mi codigo de honor es: "honor al que honor merece, y pena al que pena merece". Asi que Hijo de pastor sigue adelante y no heches condenación sobre ti al menoscabar la persona de tu padre, y tu hijo de pastor que honras a tu padre en vida, que te puedo decir. Sigue así que la vida te ha de premiar, de igual manera Dios que todo lo ve te tiene reservado un premio fenomenal.